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El vino y la salud
Las nueces, el pomelo y el vino, conocidos por sus virtudes para la salud debido a su elevado contenido de antioxidantes, también parecen tener propiedades anticancerígenas específicas.
Según varios estudios publicados en Estados Unidos, beber vino tinto, blanco o rosado alargaría la supervivencia de pacientes afectados por linfomas no Hodgkin, un cáncer del sistema linfático, pero el consumo excesivo de alcohol es dañino para la salud.
El estudio, realizado en 546 mujeres afectadas por este tipo de linfoma, es el primero que examina el vínculo entre enfermos que sufrían de este cáncer y un consumo moderado de vino. Según el estudio, la cerveza u otras bebidas alcohólicas no tuvieron ningún efecto beneficioso.
Los autores concluyeron que la tasa de supervivencia de al menos cinco años después del diagnóstico fue mayor en aquellas pacientes que consumieron vino durante varios años (76%) que en aquellas que no habían bebido (68%).
Para las pacientes que alcanzaron un forma más agresiva de este mismo cáncer, el linfoma primitivo de grandes células B, el impacto del consumo de vino fue más claro, con una reducción del riesgo de muerte o recaída del 40% al 50%. El estudio se basa en un consumo medio de seis vasos de vino al mes durante varios años.
Por otra parte, otra investigación sobre ratones, indica que el consumo de nueces, ricas en ácidos grasos Omega-3 y en fitosteroles, un anticolesterol, reduciría el riesgo de cáncer de seno.
Finalmente, un estudio realizado en 28 pacientes afectados por distintos tumores mostró que el zumo de pomelo combinado con el immunodepresor rampamicina aumenta claramente los efectos de este tratamiento anticancerígeno, lo que permite reducir las dosis.