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La combinación entre queso y vino ya tiene explicación científica
¿Alguna vez te habías pregunta por qué el queso y el vino combinan tan bien? Un nuevo estudio demuestra que ambos se complementan perfectamente resaltando el sabor de uno y otro.
Dentro de la edición de octubre del Journal of Food Science, se ha llevado a cabo un pequeño experimento por medio de evaluaciones sensoriales donde a un grupo de personas se les pedía beber vino y comer queso y expresar cómo cambiaba el gusto de ambos productos.
El estudio se llevó a cabo en el Centro para el Sabor y Comportamiento Alimentario en Francia en la ciudad de Dijon, las personas sometidas a la prueba evaluaron 4 tipos de vinos (Pacherenc, Sancerre, Bourgogne y Madiran) utilizando un método de evaluación sensorial desarrollado para averiguar cómo cambia la percepción y gusto del vino antes y después de que se come el queso. A las personas se les proporcionó una lista con sensaciones y se les pidió que indicaran cuál era la que les llamaba más la atención al momento de tomar un sorbo.
Una vez hecha la primera evaluación con el vino, se les pidió repetir los mismos pasos, pero ahora con un trozo de queso. Al igual que el vino, se pusieron a prueba 4 quesos (Epoisses, Comté, Roquefort y crottin de Chavignol).
Los resultados mostraron que los 4 quesos tuvieron un efecto positivo en la percepción y gusto de las personas, en palabras de la autora principal del experimento, Mara V. Galmarini, “Al tener un plato de quesos variados, el vino probablemente sabrá mejor sin importar cuál escoja”.