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Vinoterapia
Esta tendencia nace de la incorporación del vino a las terapias tradicionales, gracias a sus altos beneficios terapéuticos. Es una costumbre que se comenzó en el continente europeo, específicamente en Francia, en donde la pulpa de la uva fresca es utilizada como un factor para la hidratación de la piel y para elaborar aceites corporales con los distintos vinos.
Todo tratamiento de Vinoterapia debe comenzar con una profunda exfoliación, ya que de esta forma se eliminan pieles muertas y se abren los poros, permitiendo que penetren mejor las propiedades del vino. El segundo paso, es aplicar una mascarilla a base de uvas, la cual debe dejarse por algún tiempo para garantizar que la piel absorba todos los nutrientes. Por último, se retira la mezcla utilizando múltiples duchas que actúan al mismo tiempo en todo el cuerpo. Según los expertos, este nuevo tratamiento ayuda a prevenir el envejecimiento de las células y aporta luminosidad e hidratación a la piel.